sábado, 15 de marzo de 2014

¿Un día más?

Amaneció una mañana como otra cualquiera pero ella ya no era igual que antes, en verdad, ya casi no quedaba ni rastro de ella. Esa última noche, había estado pensando una vez más para intentar ponerle algo de sentido a su vida, pero acabó perdiéndolo todo por completo. Maldecía no poder dormirse, cuando lo único que quería era seguir durmiendo, y ojalá fuera para siempre. Total, nadie lo iba a notar, ¿o si? 
Esa última semana había ido todo a peor, cuando probaba a ser feliz intentando apoyarse en las cosas y personas de su alrededor, lo único que conseguía eran decepciones, problemas y más decepciones. No podía dejar de pensar en lo tonta que era por dejarse pensar que todo iba a mejor cuando solo se estaba preparando para ir incluso peor de lo que ya iba. 
Débil, había pasado media noche llorando, le dolía todo pero era lo que menos le importaba. No dejaba de mirar su cuerpo intentando encontrar algo por lo que no odiarse, miraba también las paredes de su habitación que le recordaban a la vida que había tenido y que tanto había cambiado en tan poco tiempo causándole todo el daño que le había hecho recaer en lo que tanto miedo le daba. Miraba esa posible salida de todo el sufrimiento, y reconsideraba todas las opciones que tenía. ¿Quería seguir intentando solucionar algo, que ni siquiera tenía la esperanza de que se iba a conseguir solucionar, o quería acabar con todo y dejar de sufrir para siempre? 
Pensó en si alguien de verdad iba a sufrir si ella desaparecía, ni siquiera aún estando como estaba dejaba de pensar en los demás, puede que ese fuera uno de sus más grandes problemas. Llegó a la conclusión de que si alguien iba a sufrir seguramente lo superaría y todos seguirían con sus vidas como siempre habían hecho, sin ella. Cogió una hoja, y se puso a escribir algo para su familia, quienes siempre le habían intentado ayudar y que tanto la querían. No les culpaba de nada excepto de haberle hecho aguantar tanto tiempo, haber intentando que saliera de eso que tanto daño le hacía, ella misma. Añadió algo para esas personas que para ella significaban tanto pero que ella solo era una más para ellos, solo porque quería que supieran que no les culpaba por dejarla de lado, o por olvidarse de ella, o cosas así, porque ella también lo habría hecho en su lugar, y les pedía que continuaran haciéndolo, y esperaba que fueran muy felices. Por último, les pedía a sus padres que siguieran con sus vidas, porque lo último que quería era fastidiarles más de lo que ya lo había hecho. 
Firmó la nota con un "os quiero" al final, esperando que jamás lo olvidaran, y, finalmente, lo hizo. 

Amaneció una mañana como otra cualquiera pero ella, ya no estaba.

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