lunes, 21 de julio de 2014

un día de los suyos.

Los rayos del sol que entran por su ventana le despiertan. Se levanta, va al baño, se hace el pelo pero intenta evitar mirarse en el espejo. Va a la cocina, donde su madre le ha preparado el desayuno. Se bebe el vaso de leche pero vuelve a guardar las galletas en su sitio. Pone la televisión, a ver si algo logra entretenerle, pero acaba cogiendo el portátil y mirando vídeos o en Tumblr, en fin, algo que le haga no pensar. Se despierta su hermana,"buenos días" le dice con una sonrisa, aunque no sabe de donde salen esas fuerzas para sonreír, pero no quiere preocuparla. Cansada del portátil, coge su blog y se pone a dibujar cualquier cosa mientras escucha alguna canción que no le recuerde mucho a nadie. Cuando se da cuenta ya es la hora de comer, llega su madre y ella pone la mesa. Su madre le pregunta que qué tal está, a lo que ella contesta el "muy bien" típico. Su madre le sonríe y le cuenta cualquier cosa que le haya pasado y después comen todos juntos viendo alguna serie de fondo mientras comentan el día. Ella mientras hace como que le interesa ese capítulo y así evita el tener que hablar. Se levanta de la mesa con la escusa de que no tiene hambre porque ha desayunado hace poco y se va a su cuarto a escuchar música. En Whatsapp tiene alguna que otra conversación a las que contesta y después coge el portátil y se pone a jugar o hacer cualquier cosa, solo quiere evitar pensar, pero al final le es imposible y cuando todos se acuestan a hacer la siesta, ella da rienda suelta a lo peor de sí. Piensa en lo mucho que odia odiarse a si misma: su físico, sus mierdas de la cabeza.. Ella solo quiere ser normal, como cualquier chica de 17 años, que sale, tiene un grupo de amigos, va a la playa, hace feliz a alguien... Odia tener esos putos complejos que le hacer rayarse cada día. Y es que lo peor de todo es que se odia por hacer que los demás se preocupen y por eso prefiere callárselo todo. Prefiere aparentar que va mejor cuando aún siente que no merece nada, prefiere contestar un "nada" cuando le preguntan que qué le pasa o que en qué piensa por no decir lo mucho que se odia, prefiere decirle a su madre que come cuando en realidad evita coincidir con ella para que no se dé cuenta de que no es así. Y es que la mierda que se siente le hace pensar mierdas que no son buenas para ella, pero ahí sigue, con mil cicatrices, luchando por aguantar y superarlo todo. Yendo a la psicóloga para no perder la cabeza. Llega la tarde y sale a dar una vuelta con sus amigos, se fuma unos pitis y así la ansiedad desaparece y se olvida un poco de todo. Le encanta estar con esas personas que hacen que todo desaparezca aunque sea por un rato, como ultimamente que queda con esa persona a la que le está cogiendo demasiado cariño y no quiere. Y es que desde hace un tiempo tiene miedo de coger cariño a las personas, porque siempre acaban olvidándola y no podría soportarlo una vez más. Por eso se asusta si alguien le dice que es importante para ellos, puede que sea porque sabe que no llegará a ser suficiente y se cansarán de ella, o porque le da miedo creérselo y que pase lo de siempre. Cuantas veces ha soñado que alguien aceptaba sus mierdas y se proponía apoyarla, o que alguien la aceptaba tal y como es... Que alguien preferiría subir al coche con ella e irse lejos a perderse un día con ella, riéndose de lo mal que canta, haciéndola sentir que vale algo más que nada... Y es que a veces piensa que eso le haría superar todo, un poco de amor del bueno... Pero no confía ya en nadie, aunque desearía poder hacerlo. Ahora son las 3:00 y está en su cama escuchando esa canción que tanto le hace pensar en el amor, en cómo sería gustarle a alguien, y le hace sonreír como una tonta. "Eres idiota, se acabaría cansando" se repite para ella misma, pero no puede evitarlo. "Ojalá no tuviera esta mierda y pudiera hacer feliz aunque sea a una persona", y se le va la sonrisa de golpe. Y entonces decide tomarse la pastilla para dormir y ya mañana será otro día.