martes, 3 de febrero de 2015

diferencias.

-¡No te voy a comprar ese móvil, he dicho!

Raúl, enfadado por la respuesta de su madre, sale de la tienda Apple. Su madre sale y le dice que van a ir un momento a comprar un regalo a su padre, a lo que Raúl se niega a acompañarle, "prefiero ir a ver videojuegos" le dice. Así que mientras su madre va al piso de moda hombre para ver algún jerséi o pantalón, él se va a la quinta planta a ver videojuegos que espera que le regalen por navidad junto a la nueva Play Station 4 que se ha pedido.

Media hora después, ya cansado de mirar cosas, se va a buscar a su madre. La encuentra pagando en la caja, al final ha comprado un jerséi de no sé qué marca de "viejos", piensa Raúl. Cuando, por fin, acaba de pagar, van hacia el aparcamiento. De camino, Raúl le insiste a su madre para ir al Burger a por una hamburguesa para comer, "ya tengo la comida hecha en casa" le responde su madre. Él, enfadado, sube al coche dando un portazo. "No me compras el móvil, no me compras una hamburguesa, ¡es que no me quieres!" le grita a su madre, la que le mira con tristeza y le dice "venga, vamos a comprarte esa hamburguesa, pero te la comes en casa".

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-¡Mamá, ya he llegado!

Dalil deja el pan y la botella de leche encima de la pequeña y vieja mesa que hay en su casa. Realmente no sabe desde cuando lleva ahí, ya que ya estaba cuando él nació y recuerda que su madre le había contado alguna historia de cuando era pequeña en la que esa mesa ya estaba ahí.
Su madre estaba dando de mamar a su hermanita. Estaba pálida y se le notaba en los ojos que no había podido dormir en mucho tiempo, pero eso no es excusa para sonreír a su hijo cuando lo ve entrar. "Me alegro de verte cariño, ¿qué has conseguido?" le pregunta con esperanza de que haya traído algo de comida. "Cuando he llegado solo quedaba un poco de leche, pero el señor Ghaaib me ha dado un trozo de su pan cuando ha visto que no tenía nada" le dice arrepentido. "Espero que le hayas dado las gracias por ello, otro día le devolveremos el favor, ¿está claro?" le advierte su madre, él asiente y acto seguido se comen el trozo de pan. Su madre siempre le da el trozo más grande a él, ella cree que no lo nota, pero si que lo hace. Nunca ha dicho nada porque supone que eso es lo que se debe hacer, como cuando la madre de su mejor amigo se ofreció como rehén para que no se lo llevaran a él, y encontraron su cadáver dos semanas después.

Después de comer, su madre acuesta a su hermanita en la manta sucia que hay al lado de su cama, si es que se puede llamar así, y se acuestan un rato ya que anoche no pudieron dormir por culpa de todos esos tiros de los salvajes, o así los llama su madre, que se pasearon con los coches y los rifles disparando a todos los que veían. Su madre le dijo que no entrarían a las casas, pero Dalil había escuchado que desde hace unos días algo los ha enfadado y entran a llevarse todo lo que tienes en casa, y si no hay nada que les guste, se llevan a las mujeres. Él espera que no vayan a su casa, porque no piensa dejar que le pase nada a su madre o a su hermanita, y menos después de que su padre le dijera antes de morir que las cuidara.